La Justicia europea obliga a las entidades financieras a reembolsar todo lo cobrado por estas cláusulas desde el inicio de cada contrato hipotecario.
«La jurisprudencia española que limita en el tiempo la nulidad de las cláusulas suelo es incompatible con el Derecho de la Unión», afirma el TJUE.
La factura para el sector podría ascender «a algo más de 4.000 millones», según explican a este medio fuentes del Banco de España.
La banca española ha recibido todo un mazazo por parte del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), tras dictaminar este miércoles que las cantidades indebidamente cobradas por las cláusulas suelo incluídas en casi dos millones de hipotecas, no solo deben ser devueltas desde 2013… sino desde el inicio del contrato hipotecario.
El TJUE, de este modo, resuelve en contra del criterio del abogado general del tribunal Pablo Mengozzi, que avaló el pasado 13 de julio que se aplicase una retroactividad limitada y solo se devolviesen las cantidades injustamente cobradas desde la sentencia del Tribunal Supremo de marzo de 2013. Las cobradas desde que se empezaron a aplicar estas cláusulas, allá por 2009, según el letrado, no debían reintegrarse al cliente. El alto tribunal español consideró entonces que las cláusulas suelo —que establecen un mínimo de interés para los bancos y que han impedido a muchos clientes de hipotecas variables beneficarse de los efectos de la caída del Euríbor a tasas negativas— eran abusivas porque los contratantes no habían sido informados de sus efectos económicos, pero estimó que su nulidad solo provocaría la devolución de las cantidades cobradas de más a partir de su sentencia. «La jurisprudencia española que limita en el tiempo los efectos de la declaración de nulidad de las cláusulas suelo es incompatible con el Derecho de la Unión», afirman ahora desde el TJUE tras dar a conocer su dictamen, que entiende que si una cláusula suelo es abusiva y se anula, no se puede limitar solo al momento posterior al que se pronuncie un tribunal nacional. Según la justicia europea, limitar la devolución de las cantidades indebidamente daría lugar a «una protección de los consumidores incompleta e insuficiente» porque si un juez ha estimado que esta clásula hipotecaria es abusiva, «debe tener como consecuencia el restablecimiento de la situación en la que se encontraría el consumidor de no haber existido» en el contrato
Le quita la razón al Supremo… y se la da a la Comisión
El abogado Paolo Mengozzi había explicado en su informe de julio que aplicar la retroactividad total podría tener «repercusiones macroeconómicas» y unn duro golpe para el sector financiero español, en un contexto de salida de un programa de rescate, además, del escenario actual de bajos tipos y bajos márgenes para su negocio.
Pero su preocupación por el sector bancario ni ha sido compartida este miércoles por el TJUE, que entiende que la nulidad de una cláusula debe provocar la «restitución de las ventajas obtenidas indebidamente en detrimento del consumidor» y que los bancos españoles deben reembolsar todo el dinero ingresado de más desde el inicio de cada contrato hipotecario.
Y tampoco lo entendió así el Ejecutivo comunitario a finales de 2015, cuando también se mostró favorable a la retroactividad total: «No es posible que los tribunales nacionales puedan moderar la devolución de las cantidades que ha pagado el consumidor en aplicación de una cláusula declarada nula desde el origen por defecto de información y transparencia», dijo la Comisión.
Una factura millonaria para la banca 
La factura para el sector podría ascender «a algo más de 4.000 millones», según explican a este medio fuentes del Banco de España, que no desglosan por política interna el importe de cada entidad. Sin embargo, la Abogacía del Estado y las defensas de los tres bancos —BBVA, Popular y CajaSur— citaron en Luxemburgo un informe de 2013 del propio Banco de España que elevaba esa devolución a hasta 7.500 millones. Otras fuentes proporcionan otras cifras: Afi la eleva a 4.474 millones (se unirían a los 5.269 ingresados entre marzo de 2013 y 2016) y Goldman Sachs a 3.000.
El BBVA cifra en 1.200 millones de euros el coste extra que le supondría la devolución de lo ingresado de más por las cláusulas suelo hasta 2013, el Popular calcula que el impacto en su entidad será de 684 millones —ya ha provisionado 350 en su balance—, mientras que Bankia estima que será de 200 millones —100 millones ya estarían provisionados—, Liberbank calcula que el efecto en su entidad será de 83 millones y Caixabank prevé tener que provisionar 750 millones. El Sabadell, en cambio, estima que sus contratos son «transparentes» y que no están afectados directamente por la sentencia del TJUE. Bankinter explica a este medio que «nunca ha vendido hipotecas con claúsulas suelo», así que el fallo no tendría impacto en el banco. Lo mismo pasa con el Santander.
El Sabadell, en cambio, estima que sus contratos son «transparentes» y que no están afectados directamente por la sentencia del TJUE. Bankinter explica a este medio que «nunca ha vendido hipotecas con claúsulas suelo», así que el fallo no tendría impacto en el banco. Lo mismo pasa con el Santander. El impacto en la banca también podría estar amortiguada porque las entidades ya han ido provisionado dinero en sus balances para cubrir esta contingencia a medida que se emitían sentencias en su contra… y algunas han emprendido pactos con el cliente cambiar su hipoteca variable a una hipoteca fija. Las entidades financieras, que sufren una gran caída en Bolsa en esta jornada, dicen que el sector está «preparado» y es «solvente» para hacer frente a la sentencia. La devolución, en todo caso, podría no realizase de forma inmediata. Las asociaciones de consumidores temen que en vez de devolver directamente las cantidades ingresadas de forma indebida, la banca intente que los ciudadanos tengan que acudir a la justicia para reclamarlas. En este sentido, el portavoz socialista en el Congreso, Antonio Hernando, explica que su partido negocia con el Gobierno poner en marcha algún «procedimiento extrajudicial» para que los afectados recuperen su dinero pronto, sin esperar a juicios «prolijos y costosos».